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Invictus al descubierto: reflexiones de un guerrero

Por Nick Holyome 
Publicado: 1 de septiembre de 2022
TIEMPO DE LECTURA: 6 minutos
Nick Holyome sirvió en las Fuerzas Armadas canadienses durante más de 26 años, antes de ser licenciado por motivos médicos. Ahora trabaja en WithYouWithMe, una empresa emergente dirigida por veteranos. Holyome se especializó en ciberseguridad antes de ser destinado por WithYouWithMe al Gobierno canadiense. Recientemente compitió en los Juegos Invictus de La Haya y es un apasionado defensor del apoyo y la rehabilitación de los veteranos. En este artículo personal, Holyome reflexiona sobre el camino recorrido para llegar a los Juegos Invictus y la importancia de garantizar que los veteranos tengan la oportunidad de contribuir a una nueva misión.

Tardé algo más de dos años en llegar a los Juegos Invictus de La Haya 2020-2022, y es difícil articular el poder y las emociones que hay detrás de la experiencia de los Juegos Invictus.

Había tantas cosas envueltas en el acontecimiento: alegría; anticipación; ansiedad; frustración por los dos años de aislamiento pandémico; y el regocijo de descubrir el deporte y competir de nuevo, demostrando nuestro propio espíritu invicto.

Para entender todo el espectro de emociones, vale la pena explicar el viaje que me ha traído hasta aquí.

Tras décadas de servicio en la CAF, sospechaba que me darían el alta médica en 2016. Coincidentemente en ese momento, recibí un correo electrónico sobre un próximo campamento de esquí con Soldier On, me puse en contacto con el equipo para participar.

En 2017, asistí a un campamento de esquí Soldier On en Mount Washington que realmente cambió y salvó mi vida. Después de varias misiones en Afganistán, tenía algunos problemas de salud mental que había pensado erróneamente que podía tratar ignorándolos. Estaba luchando y llevando mal mi salud en general. A mitad de la semana del campamento de esquí, llegué a casa y mis hijos me recibieron en las escaleras. Mi hijo me sugirió que esquiara todo el tiempo, ya que sonreía, y yo ya nunca sonreía ni parecía feliz. Su comentario fuera de lugar me afectó profundamente, y decidí que tenía que tomarme en serio mi salud y buscar ayuda.

La oportunidad de hacer estos cambios en la vida se me presentó cuando solicité formar parte del Equipo Invictus. Al principio presenté la solicitud por capricho y no esperaba que me aceptaran, pero me llevé una grata sorpresa cuando llegó el correo electrónico de selección. El equipo original fue enviado a CFB Valcartier en septiembre de 2019 para nuestro campamento de entrenamiento inicial. Fue un duro despertar, ya que no me había estado cuidando especialmente bien. Me di cuenta de que si iba a ponerme el uniforme del Equipo de Canadá y prepararme para representar a mis compañeros de la CAF en este prestigioso evento, necesitaba ponerme en forma física y mentalmente.

En aquel momento no sabía nada de los Juegos Invictus, aparte de que habían sido creados por el duque de Sussex en 2014. Me pidieron que eligiera algunos deportes que me gustaría probar y que seleccionara un deporte de equipo. Quería practicarlos todos, pero me di cuenta de que sería demasiado teniendo en cuenta que tenía una lesión de espalda y otras lesiones musculoesqueléticas adquiridas a lo largo de mi carrera en la CAF. Quería formar parte del equipo de rugby en silla de ruedas, pero mi quiropráctico, mi fisioterapeuta y mi médico me sugirieron que no era la mejor opción, así que elegí el voleibol sentado. También elegí el remo y el ciclismo porque pensé que podría entrenar casi todo el año en nuestro clima moderado.

Asistimos a nuestra primera competición en febrero para las Pruebas del Cuerpo de Marines 2020 en Camp Pendleton San Diego, que se suponía que era un ensayo general. Competí en ciclismo, remo y voleibol sentado y estaba contento con mi forma física.

Pero, como todos sabemos, el mundo tenía otros planes. La aparición de la pandemia de COVID-19 hizo que todo quedara en suspenso y que todos nos aisláramos. Durante ese tiempo, sufrí una dolorosa hernia no diagnosticada que me impidió entrenar. Finalmente me la pudieron reparar en diciembre de 2021 y, tras un periodo de recuperación de 6 semanas, pude volver a subirme suavemente a la bicicleta y al remo para comenzar de nuevo mi entrenamiento. Tendría unos tres meses de preparación para los Juegos Invictus de La Haya 2022, lo que no era lo ideal, pero iba a dar lo mejor de mí.

Tengo la suerte de trabajar para WithYouWithMe, una empresa que apoya a los veteranos formándolos en tecnología y colocándolos en empleos digitales. Aquí en Canadá, WithYouWithMe cuenta con la mayor reserva de talentos digitales con autorización de seguridad del país, muchos de los cuales son veteranos de guerra, y apoyan a los veteranos no solo para que encuentren carreras significativas, sino también para que se tomen permisos para apoyar causas de veteranos. Para mí, esto significó que me concedieran tiempo libre para poder competir en los Juegos Invictus y representar de nuevo a Canadá.

Llegué a La Haya con mi familia antes de que empezaran los Juegos y enseguida supe que nos esperaba un acontecimiento especial. Había carteles del IG22 por todas partes, voluntarios para guiarnos y ayudarnos, y los holandeses estaban preparados para nosotros en todos los sentidos. Enseguida me di cuenta de que, con 500 competidores, 1500 amigos y familiares y 3000 voluntarios, iba a ser un acontecimiento como no había vivido en mi vida. Pude competir en el torneo de voleibol sentado, y completé mis competiciones de remo. Pero, por desgracia, contraje COVID-19 a mitad de los Juegos y pasé la segunda mitad en cuarentena en mi hotel.

A pesar de que terminé los Juegos antes de tiempo, puedo decir que fue una experiencia increíble. Es difícil sentir lástima por uno mismo, cuando estás rodeado de otros miembros de ejércitos asociados o de mis compañeros del Equipo de Canadá, que han superado su propia salud, enfermedad, adversidad y retos personales para llegar a los Juegos.

Nos reunimos con miembros del equipo ucraniano y hablamos de la pérdida de cuatro de sus compañeros en las semanas anteriores, y de lo importante que era para ellos asistir a los Juegos a pesar de las atrocidades de la guerra en su país. Mostraron el verdadero espíritu de Invictus (que significa invicto). Puede que estén luchando por sus vidas, pero aun así decidieron demostrar su espíritu en el escenario mundial.

No todo fueron competiciones encarnizadas. Por ejemplo, disfrutamos de un maravilloso desayuno con el Duque y la Duquesa de Sussex y con la Princesa Margarita de Holanda. Pudimos celebrar las diferencias y similitudes entre las 18 naciones y competir en una serie de batallas deportivas con nuestros amigos y colegas. Incluso pudimos recorrer y hacer turismo por La Haya, un lugar donde hay más bicicletas que seres humanos.

Si pudiera dar un consejo a cualquier miembro de las CAF que haya estado enfermo o lesionado durante su servicio, sería el siguiente: existen muchas oportunidades y vías para explorar después del servicio.

En primer lugar, echa un vistazo a WithYouWithMe, que se fundó inicialmente para ayudar a los veteranos en su transición tras el servicio militar. Utilizamos pruebas psicométricas para identificar a las personas con aptitudes para desempeñar funciones tecnológicas y, a continuación, desarrollamos sus habilidades para que estén preparadas para el empleo mediante una formación acreditada en competencias digitales. Si tienes la aptitud y la actitud adecuadas para una carrera digital, podemos formarte para que seas competente en unas 140 horas. A continuación, trabajamos con muchos de los mayores empleadores de Canadá -incluida CAF- para colocarte en una nueva carrera digital. Y tener este sentido de propósito es muy importante. Así que entra en la plataforma WithYouWithMe y haz la prueba: te sorprenderán las oportunidades que te esperan.

En segundo lugar, considera la posibilidad de unirte a Soldier On y asistir a uno de los muchos eventos disponibles en tu zona. Quién sabe, podrías tener la suerte de entrar en la próxima lista del #TeamCanada Invictus Games.

Utilizar el deporte y la competición para la recuperación y la rehabilitación tiene sentido, pero verlo en acción en el gran escenario de los Juegos Invictus de 2022 fue una poderosa motivación. Tanto si se trata de trabajar para una empresa respetuosa con los veteranos como WithYouWithMe como de competir en un evento respetuoso con los veteranos como los Juegos Invictus, la importancia de fijarse objetivos, sentirse valorado y contribuir a una nueva misión es muy importante para nuestro bienestar.

Las palabras "gracias" no parecen suficientes para expresar mi profunda gratitud por el trabajo que se realiza entre bastidores, la generosidad de los patrocinadores (Soldier On, True Patriot Love Foundation, ATCO, BMO, Ultra, Tim Hortons, Under Armour) y el apoyo que mi empresa WithYouWithMe, dedicada a los veteranos, me ha brindado en este viaje.

Si desea saber más sobre diversidad, igualdad e inclusión en el lugar de trabajo, descargue el informe de referencia del sector elaborado por YouGov.

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