Sueles analizar la información nueva y abordar los retos de forma sistemática y metódica. En una conversación, su enfoque científico del pensamiento significa que apoya sus argumentos con ejemplos o estadísticas y es consciente de los fallos lógicos en las palabras, escritos o acciones de otras personas. Reconoce patrones con facilidad, trabaja bien con números y le gusta utilizar su cerebro para el razonamiento matemático. Suele jugar a juegos de ingenio como el sudoku, el backgammon o el ajedrez.
Aprendes mejor cuando tienes listas de tareas, agendas y objetivos numéricos con los que seguir tus progresos. Cuando te enfrentes a conceptos difíciles, intenta clasificar y agrupar la información para comprenderla mejor.
Establece conexiones entre diferentes conceptos y considera las aplicaciones prácticas de lo que estás aprendiendo, ya que esto te ayudará a asimilar y memorizar correctamente.